domingo, julio 01, 2007

SIN TITULO

He plantado mi mirada fijamente en la tuya
así, de frente arrojando mi pena
nos mostramos
y encontramos en nuestros abismos la calma.
 
Extiendo mi mano hacia tu rostro
para recorrer su fino contorno
y nuestros cuerpos palpitantes
se unen y nuestro aroma que llega como olas
golpea a nuestros aturdidos cerebros.
 
La unión, la fusión de nuestro aliento,
la fricción de nuestra piel
recrean nuevamente el misterio
del hombre y la mujer.
 
Que se derriten en abrazos y caricias
transformados en un solo ser
hecho de materia extraña un nudo viviente y palpitante.

No hay comentarios.: