miércoles, julio 30, 2008

UN ANGEL

Un ángel se apareció en mi horizonte,
vuela y me da aire con sus alas,
se preocupa y me anima con su voz,
a veces no le comprendo,
pero sé que con su voz y su aliento
me regala más vida,
y un poquito de su paz.
 
Le agradezco su presencia,
este ángel viene de un reino especial,
donde la paz de su presencia
y la tranquilidad de su mar y su tierra
llega a este mi mundo
un tanto caótico y en donde me encuentro en soledad.
 
Un ángel apareció en mi horizonte
hoy no puedo ver su rostro
pero sé que está ahí
y que cada día riega esta plantita
que hoy está muy verde
y que comienza a crecer
para estar más cerca de su cielo
en donde poco a poco me olvido de mi soledad.


miércoles, julio 16, 2008

FUEGO, POLVO Y CENIZAS

El tiempo pasa y no se lleva mi angustia,
de la mano de los días sigo este camino
en donde cada calle y sus esquinas
no son suficientes para mi andar solitario.
 
Descendiendo en este mar de silencio
en donde solo escucho mi interior,
que se desmorona lentamente,
en donde la tierra de mi alma
se desgaja y se hace polvo.
 
El viento se lleva mi ser hecho cenizas
es mi corazón que arde como brasa,
y me extiendo para descansar en el cielo de estas calles
ya sin voz, sin aliento,
sólo el rastro de mi cuerpo en pequeñas partículas.
 
Un remolino me levanta
giro mil veces y reconstruyo mi cuerpo;
aire, cenizas y polvo le dan forma a cada parte de mí,
me reconstruyo para tenerte.
 
El tiempo corre y me he adueñado de esta ciudad
que se cubre con el barro de mis pies,
tan rojo como la sangre que lo pinta
rojo líquido que mana de tanto andar.
 
Y a pesar de reconstruirme tantas veces
no te encuentro, perdura mi ansiedad;
y este silencio me consume
Mi espíritu arde una vez más de forma insoportable.
 
Amor el tiempo pasa
y mi fuego no se apaga
el polvo, las cenizas, tu recuerdo y el aire que me rodea
avivan la llama que nace en mi corazón.
 
Los restos de mi cuerpo caen en los caminos,
sólo espero que el aire me levante
que mi sangre me dé forma una vez más
y seguir en mi ardiente soledad.


domingo, julio 13, 2008

EN MI FUTURO

Dejaré que el viento me lleve,
volaré hasta esos días de sol en los que te empecé a querer,
descenderé sobre el bosque verde,
nadaré por el río que nos regaló su música.
 
Me mojaré de nueva cuenta de tu pasión
y así, empapado de tu deliro
perseguiré 5 lunas más
y atravesaré todas las estrellas que iluminan mi oscuridad.
 
Mi interior detonará de nueva cuenta
al sentir el eco de tus manos;
me elevaré de nueva cuenta
al ver tu rostro a media luz.
 
De mi paz una vez más iré a la locura
que me provoca tu ausencia y tu presencia;
volaré en la suavidad de tus nubes
para mojarme de su rocío.
 
Sentiré de nuevo que desciendo en un nuevo mundo
en donde mis sentidos no existen
por el dulce dolor que me deteriora lentamente
al quemarme con las brasas de tu amor.
 
Gozaré mil veces más de la música que suena en tus labios
que me arrulla y me calma,
que me aísla y en donde me abandono
ebrio de su exquisito tono.
  
Comeré una y otra vez los pétalos de tus mejillas
beberé una y otra vez la miel que me regala tu boca,
inhalaré una y otra vez tu mágico aliento
y tu flor de mis manos se llevará una caria más.
 
La más tierna,
la más suave,
para que juntos
nunca dejemos de volar.

martes, julio 01, 2008

TARDE DE LLUVIA

Amor, soñé contigo, vimos caer unas gotas de lluvia
y esa tarde tu cielo nos bañó con una tormenta de pasión
inundó nuestra mente,
enmudeció nuestras bocas
para hablar sólo con nuestros besos.
 
Envueltos y borrosos por la humedad del ambiente
nos convertimos en el agua
que bañó a los árboles;
a las calles en las que fluyó nuestro amor.
 
Tu cielo lloró más de la cuenta,
su dicha y su alegría se postergo un millón de gotas más,
tu cielo estalló en relámpagos una y otra vez en éxtasis
por el dolor y la ternura de tus besos.
 
Tu cielo se quedó calmo y dispuesto
condensando el agua de tu aliento,
descansando del ir y venir del viento de tus manos,
acumulando más nubes de tu ternura.
 
Tu cielo y sus nubes
sólo esperan que llegue la tarde,
sólo esperan que llegue tu señal,
que el viento de tus manos comience a soplar
para de nueva cuenta en relámpagos estallar
y mojar todo con nuestra humedad.