miércoles, julio 16, 2008

FUEGO, POLVO Y CENIZAS

El tiempo pasa y no se lleva mi angustia,
de la mano de los días sigo este camino
en donde cada calle y sus esquinas
no son suficientes para mi andar solitario.
 
Descendiendo en este mar de silencio
en donde solo escucho mi interior,
que se desmorona lentamente,
en donde la tierra de mi alma
se desgaja y se hace polvo.
 
El viento se lleva mi ser hecho cenizas
es mi corazón que arde como brasa,
y me extiendo para descansar en el cielo de estas calles
ya sin voz, sin aliento,
sólo el rastro de mi cuerpo en pequeñas partículas.
 
Un remolino me levanta
giro mil veces y reconstruyo mi cuerpo;
aire, cenizas y polvo le dan forma a cada parte de mí,
me reconstruyo para tenerte.
 
El tiempo corre y me he adueñado de esta ciudad
que se cubre con el barro de mis pies,
tan rojo como la sangre que lo pinta
rojo líquido que mana de tanto andar.
 
Y a pesar de reconstruirme tantas veces
no te encuentro, perdura mi ansiedad;
y este silencio me consume
Mi espíritu arde una vez más de forma insoportable.
 
Amor el tiempo pasa
y mi fuego no se apaga
el polvo, las cenizas, tu recuerdo y el aire que me rodea
avivan la llama que nace en mi corazón.
 
Los restos de mi cuerpo caen en los caminos,
sólo espero que el aire me levante
que mi sangre me dé forma una vez más
y seguir en mi ardiente soledad.


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