viernes, octubre 30, 2009

AIRE QUE ME ARRULLA

Aire que me arrulla,
que detiene su mirada,
que intenta quedar en silencio
y no cantar más entre los árboles.
 
Suspiro que intenta extinguirse,
que apaga sus palabras de amor;
soplo que solo se traiciona,
ya no quiere cantar dolor.
 
Espíritu enamorado,
en silencio quiere viajar
llevando dentro su gran secreto;
muy suyo con celo lo guarda.
 
Queda en silencio su canto,
quedan en silencio sus tiernos labios;
sólo una mirada de sus ojos infinitos
acarician mi cuerpo solitario.
 
Brisa que intenta otras voces
y prolonga su silencio;
me asusta su ausencia entre los árboles
y me faltan sus caricias vespertinas.
 
Viento nocturno, sueño mío,
en donde revivo todas las noches las horas de locura,
en el arrullo de sus brazos de listón
cobijo de su pecho de nube. 
 
Deseo tanto el aleteo de sus palabras,
el tono dulce de su voz,
su aliento viajero entre el cielo azul;
pero siento que el susurro se quiere marchar.

jueves, octubre 22, 2009

TAN AJENO

Tan ajeno
a la mirada negra de tus ojos,
al aire que respiran tus pulmones;
soy tan lejano a tu memoria.
 
Esa noche al mirarte de lejos,
vi que el tiempo se hace arena entre nosotros;
vi como cada segundo forma montañas
que te separan de mi corazón.
 
Es tan cierto tu desierto
y tan cierta la perdida de tu memoria
que ya no cuento los minutos para verte,
sólo dejo que el viento me traiga lo poco que queda de ti.
 
Tan ajeno a tus noches solitarias,
a los vacíos profundos de tu cama,
a tus desquiciantes andares vespertinos,
a las lágrimas de ira por tus abandonos.
 
Esta mañana te pienso viajera,
guerrera en terrenos que no pensabas ya pelear,
te pienso egoísta de tus entrañas,
por el gozo hedonista de interior.
 
Tan ajeno,
al ver como tu piel se seca y se consume;
extraño placer valiente,
lamento constante y solitario. 
 
Vicio amoroso es tu sello,
tan fácil es enamorarse de ti,
y luego tan ajeno me siento
que ya no cuento los minutos para estar junto a ti.