martes, diciembre 29, 2009

ES HOY

La tierra reclama tu carne,
las mejillas caen de tu rostro;
y es la sabiduría de tu vientre,
lloran tus ojos el tiempo,
tus manos tejen soledad;
manos sin carne, se fue ya.
Labios sin besos,
ya no hay corazones partidos por ti,
los sueños se quedan,
la vida es hoy como el concreto
de las ciudades.

miércoles, diciembre 23, 2009

RECUENTOS

El cuerpo está partido,
la herida tarda en cerrarse,
el tiempo no es aliado,
sigue el vuelo y la memoria no borra.
 
La pasión reciente,
el anhelo de la próxima vez;
será lo cotidiano de los días
el corazón inocente late.
 
La rama que cruje,
la verdad que aparece,
la herida que cierra,
el tiempo lo comienza a borrar todo.
 
Y ya no está la necesidad de verte,
el pronóstico: tu regreso,
pero vivo de las ilusiones que llegan a mis oídos,
ve, vuela y piérdete.
 
El cuerpo está partido,
por una enorme cicatriz;
el tiempo entrega calma,
y uno que otro ojo juguetón.
 
Pero sigue justa la sorpresa,
el veneno de un cuerpo que me atrapa,
la rutina que se rompe con otro adiós,
que dicha terminar en tu cuerpo. 
 
Me cuesta decirte adiós,
un suspiro en las mañanas y en las tardes,
tú y tu olvido, tu poca memoria;
tal vez no fue tan difícil para ti.
 
Vuelvo a la costumbre de los pasos sin eco,
y las calles y los parques vacíos,
sólo con mi voz que me calma
y mis oídos que no escuchan más tu voz.
 
Mi cuerpo está partido,
pero me sigue fiel la sorpresa
que me lleva hasta las plantas de tus pies,
a tu cielo y mar azul.
 
Nuestros ojos para escondernos,
nuestra voz que sólo nosotros comprendemos,
tu petición suplicante,
la noche para escaparnos.
 
Y el sol que me quema,
la fuga divina entre tus brazos,
el amanecer en esa línea solitaria,
el sol y la bruma los testigos.
 
Paraíso sólo posible para los enamorados,
el amanecer que llega con tus lágrimas,
el agua que bañó nuestros cuerpos,
que el tiempo nos regaló.
 
Tu partida ya sin llantos,
mi retorno de tu reino;
una pequeña herida,
me regaló el tiempo junto a ti.
 
Los ojos se cierran,
los abre tu presencia fresca,
libre sólo con el límite de tus besos
libre en una conciencia distinta.
 
Los fantasmas desaparecen,
camino más solitario,
los adioses se aproximan,
Irremediablemente sólo un poco más de dolor.
 
En estas calles solitarias
en donde camino siempre lejano
ya no me atrapa la sorpresa
esta se ha quedado dormida.