Debería dejar todo atrás,
subirme en la nube del presente
y quedarme a descansar,
a esperar cómo el olvido intenta sorprenderme.
Pero no puedo desarmar esos recuerdos
que hacen de mi corazón otoño;
me asalta la razón de tu ausencia
ya no te esperaré más.
Hoy camino en el presente cotidiano
y ya no espero que me encuentren tus ojos;
el paréntesis entre nuestros cuerpos y momentos
es el hilo que guardas para ya no bordar otra flor.
Debería olvidar,
pero la sorpresa de tus besos es tan fresca,
me gustaría dejar mi conciencia en la orilla de la calle
para dejarte ir de una vez.
Quiero dejar atrás tus labios que limpiaron mi cuerpo
y su estigma que dejaron en mi espalda;
sentiré mejor este presente
en el que debo comenzar a olvidarte.
Debería olvidar
sí, ya respiro mejor
sólo que con estas tardes en que me haces falta
dejo de mirar para que escapen cada uno de tus detalles.
Dejar la humedad de mis ojos
y sus tardes lloronas
dejar que se vaya tu cariño indiferente
y caminar con las sorpresas del presente.
¿Y qué del cielo y las nubes?
pues que me dejan estar junto a ti.
En su esponjosa superficie,
me dejo caer para soñarte.
En sus infinitos azules,
vuelo pensando en tus ojos y tu boca.
Entre el cielo y las nubes,
encuentro la luz de tu sol.
Eres tú mi cielo,
en donde sueño y duermo.
No tengo piso,
vuelo pensando en ti.
La distancia no existe.
