jueves, julio 21, 2011

LO ETERNO QUE ESTÁ DENTRO DE MÍ

En esa esquina esta mi corazón,
sale detrás de las montañas y me saluda con su tenue luz,
ilumina mi memoria en esta noche,
esta aquí cerca la puedo comer solo con estirar mi mano.
 
Con los ojos cerrados aquí me tienes pensando en tus caricias,
pensando en las horas que pasas en el camino antes de asomar tu rostro,
antes de llenar de luz este valle que a tus pies ahora descansa,
tan calmo, para viajar en su superficie con sus besos dulces.
 
Y en la medida que pasas por la altura estelar
me alumbra tu presencia, mi corazón se apaga comparte tu luz,
mi respiración se termina, no necesito vivir
el estado inmaterial al que me lleva tu presencia es infinito.
 
En esa esquina comenzó tu viaje,
ya te vas a descansar, tengo e vivir otro día como todos;
espero para que mi corazón deje de latir, y yo deje de respirar
y comenzar esto eterno que está dentro de mí.


NUBES

Son las nubes que llevan mis recuerdos,
las que me acompañan en estas tardes,
las que me regalan besos helados,
y que me acompañan a donde voy.
 
El tiempo no cambia, se queda
las distancias son eternas pero mi destino ahí está;
los días con lluvia iluminan las veredas
me dan espejos para ver las nubes en la tierra.
 
Deja más vida en esos suspiros de nube,
suspiros que nacen de tus caricias de agua,
en esta tarde que mi mente se ilumina con tu relámpago,
y en la que mi corazón se alegra por la vida que cae.
 
Y los árboles, piedras y plantas cantan,
el camino se vuelve arroyo y nos regala música
tus brazos que me rodean, cierro mis ojos
dormiré así esta tarde, con la música y tu calor.


SIN TITULO

Pídeles a tus ojos que se queden en la memoria,
dile a mi corazón que siempre habrá tiempo,
las nostalgias se han ido,
las gotas de tus besos ahora se quedan en mi piel.
 
Dan cuanta de tu pasión
tienen forma que se queda ahí por días;
diles a tus ojos que me miren siempre así,
diles a tus labios que me hablen con más besos,
dile a tu pecho que me dé más de beber.
 
Tengo tanta sed de ti,
que en la memoria permanezcan las tardes en que nos tomamos de la mano
en que los días comenzaban a ser gloriosos escuchando tu voz;
mira que no me queda más en mi corazón.
 
Sólo la nostalgia que dejé atrás,
sólo historia presente de los ojos y labios que hablan
y me cuentan tanto amor.