Pensando en tus
ojos y en lo que me escribes
me vi viajando
a mi destino
en estas calles
que me miran,
que me miran de
nuevo pensado en ilusiones.
En esta avenida
fría que cuenta letras
de atajos
divinos a tu boca;
de franjas
sinuosas para encontrarte,
es la vía para
llegar a ti.
Una noche fría
que me lleva,
oscuridad que
siempre es mi cobijo
que me guarda
más ilusiones;
la esperanza
constante de encontrarte.
Y me miro
contando los pasos
pensando en
cómo duermes en tu cama,
cómo despides
el día de este año que se acaba,
tiempo en que
te vi por primera vez.
Estas calles
cómplices
para contar
andares,
para guardar
pasos de amor
como tantos
otros caminantes lo han hecho.
Que piensan en
su querer y en su cama,
con sus pasos
le cuentan al concreto lo hermosa que es,
que le dan a la
noche su tristeza
porque no está
cerca.
En estas calles
que siempre encuentran
narradores de
amores,
locos que
caminan soñando musas
que a veces
encuentran en esa esquina solitaria.
Volviendo con
sus ilusiones
y sus amores
que duermen y descansan en la lejanía
y que le
cuentan a estas calles cómplices
refugio de
locos que caminan soñando musas.