sábado, junio 26, 2010

SEÑORA DE LA NOCHE

Gota de lluvia que alivia el suelo seco,
calor que se evapora de mi sangre;
se va el rocío, y regresa en llovizna fresca,
aún permanece.
 
Señora de la noche
vagas en las alturas de mis recuerdos;
entre sueños me llaman tus memorias
y en tan pocas horas mi sueño pretende dejarte.
 
Punto y aparte el corazón está vivo,
la corriente del rio me lleva sobre sus aguas;
entre sus brazos duermo
y su pecho me cobija y acaricia.
 
Agua que alivia el suelo seco,
que abraza su humedad,
sorbos de dulce frescura,
como el calor de sus manos y sus besos.
 
Señora de la noche que llega a mi memoria,
espéreme en la negra altura,
ahí tal vez platique con usted y la despida en la mañana;
quédese sólo en las noches y que me acompañe su secreto.
 
Y que las gotas de la lluvia limpien mi memoria.


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