martes, mayo 06, 2008

NO DEJARE

Me destierro de este suelo de concreto,
la respiración que me abandona,
comienzo a ser aire
y mi ser se condensa en vapor de agua.
 
Me precipito desde las alturas
para lavar estas calles de concreto,
en fango me convierto
para expulsar este el limo que mancha las arterias
de mi ciudad que a diario me contiene.
 
La fuerza del remolino me atrapa
quiere absorberme entre esta suciedad
que por la coladera se escapa,
sórdidos rencores que no merecen manchar mis caminos eternos.
 
Estallo y logro escapar,
una vez más el vació se ve derrotado
sólo se traga el oscuro rencor
de esas sombras enfermas
que no desean caminar ni mirar a las alturas.
 
Que no dejan que la humedad limpie y libere su espíritu
para no teñir de tonos tan tristes
el corazón y las avenidas de concreto
que a diario soportan nuestros pasos.
 
Piso de nuevo mi suelo,
reinicio mi marcha con un aliento nuevo,
vuelvo a caminar un poco más aliviado;
cuantas veces más sea necesario
no dejaré que lo negro manche mi camino.

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