martes, febrero 19, 2008

MONARCA


Este viento que me canta
que acaricia mis oídos
me lleva a guardar silencio por un momento
que disfruto con este rayo de sol
que me alimenta y me llena de energía.
 
Para regresar caminando
entre estos senderos
repletos de frágiles cuerpos
que me dicen con su vuelo
que están llenos de vida,
y generosos me regalan su silueta
y su color.
 
Hoy comparten conmigo
este bosque fresco
que cubre esos frágiles cuerpos
y que irónicamente les da calor.
 
Esta tarde me regalaron su fuerza, su energía
arrancando de mi un suspiro
porque me sentí pleno y feliz
y muy afortunado
porque después de tanto caminar
pude volar a tu lado.


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