Vi tus ojos y me negaba a creerlo vi la dulzura y la transparencia de tu mirada y me convencí de tu existencia. Tan fácil que era para ti sonreír, tan fácil que era para ti volar despegar al cielo y viajar con tus alas de ángel. Pero tan corta tu existencia, tenías que marchar porque los seres como tú no merecen estar aquí. Ustedes necesitan ser eternos eternos en la memoria, eternos en el tiempo, siempre presentes. No necesitas estar aquí sólo requeriste de un momento para darnos dicha, amor, felicidad al abrazarnos con el calor de tus alas. Protégenos siempre, regresa siempre, sabemos que al pensar en ti tu mirada dulce y trasparente nos aliviará.
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